La esencia de la solidaridad se encuentra en el corazón de cada una de las personas que con vocación desean servir a los demás, ejemplo de ello son Juan Pinilla , Maria Carolina Rivera y Diana Alfonso, quienes con el deseo de estrechar lazos de amistad y entregar su cariño llegaron a la Fundación Dharma y decidieron apadrinar a un niño beneficiario de la Fundación.
Más que asumir una responsabilidad los padrinos dedican tiempo de calidad con sus ahijados, un desayuno, una actividad recreativa, una película o simplemente una visita son suficientes para hacer sentir importantes y queridos a nuestros niños.
El sábado pasado contamos con la grata presencia de Diana Alfonso, una de nuestras voluntarias quien compartió una mañana agradable con los niños y les enseñó actividades de origami. Gracias a todos nuestros padrinos que decidieron compartir lo mejor de cada uno con los niños que padecen graves enfermedades como el cáncer, siendo un soporte fundamental para la recuperación de cada uno de ellos.