Ángel Julián López es un joven de 17 años que padece desde hace un año cáncer de Leucemia Linfoide Aguda y se encuentra viviendo en el hogar lejos de casa que le brinda la Fundación Dharma, en compañía de su mamá Yolanda López, mientras adelanta su tratamiento en el Instituto Nacional de Cancerología. Uno de sus hobbies es pintar, por ello decidió dejar una huella en la fundación y plasmar con sus manos, en su tiempo libre, un mural en una de las paredes del comedor, inspirado por los otros niños beneficiarios que lo acompañan.
A este futuro diseñador le encantan los dibujos animados y su sueño es estudiar Diseño Gráfico, gracias al apoyo y motivación de parte de Daniel León, Coordinador de Dharma, comenzó la tarea de pintar el mural, en donde a través de su creatividad pone color a sus sentimientos y expresa sus ganas de vivir, la esperanza e ilusiones que lo acompañan en esta difícil etapa de su vida.
Su familia está integrada por sus padres, Pedro Hoyos, Yolanda López y su hermana Angie Lucía Hoyos de 23 años, quienes lo acompañan en la enfermedad y apoyan sus sueños. Julián ha dedicado su tiempo y puesto su corazón en esta obra que sin duda alegrará la vida de muchos otros pacientes que como él, encontraron en la actividad de pintar una pasión transformando no sólo los espacios de la casa, sino muchas vidas.
Cada historia de Dharma es un ejemplo de vida, una luz de esperanza que nos motiva y guía para seguir cumpliendo nuestra misión de acompañar a todas esas familias en los momentos de adversidad.