La aventura de subirse a un avión de verdad, sentarse en su cabina, conocer los controles de mando, escuchar las instrucciones de la torre de control o simplemente sentarse como pasajero, fue una de las experiencias más maravillosas para los niños y mamás beneficiarios de la Fundación Dharma.
Gracias a la responsabilidad social de la Brigada de Aviación No 33 del Ejército Nacional, que siempre ha estado presente en la vida de los niños y jóvenes de Dharma, en esta oportunidad, los niños cumplieron su sueño de ser invitados de honor en el hangar de esta prestigiosa institución
La visita también incluyó actividades de recreación como pintucaritas, además que disfrutaron de un delicioso helado, perro caliente, gaseosa y recibieron unos lindos detalles entregados por parte de diferentes funcionarios de la brigada. Gracias a todo este gran equipo de la Aviación del Ejército, en especial a Claudia Reyes de la sección de Asuntos Civiles por coordinar la actividad y demostrar el compromiso con familias que enfrentan grandes dificultades como la de tener un hijo enfermo, lejos de casa.