Una de las noticias que más esperamos en la Fundación Dharma es cuando uno de nuestros niños beneficiarios supera la lucha contra una de las enfermedades tan complejas como el cáncer. Es por ello que hoy cantamos victoria junto Rolirander, un pequeño de 9 años, su madre Angibe y sus hermanos, procedentes de Venezuela.
Rolirander quien padece de leucemia linfoide aguda y adelantó su tratamiento durante dos años en el Hospital La Misericordia, hoy se encuentra libre de células cancerígenas. Este guerrero que hizo parte de la gran familia Dharma durante un año, es una fuente de inspiración y motivo para muchos niños que se encuentran enfrentando esta dura batalla y actualmente son beneficiarios. El apoyo de Angibe Lovera, su mamá fue definitivo porque a pesar de dejar a sus dos otros hijos Mikol e Ian, esperándolos en su casa, ubicada en el municipio de Belén (Boyacá), nunca perdió la esperanza de recuperación de su hijo.
“Sentimos una alegría enorme y agradecimiento a Dios, el camino fue muy duro, pero hoy vimos la luz en medio de la oscuridad. Tendremos controles mensuales, en los que podremos seguir contando con el apoyo de la Fundación Dharma y las personas de buen corazón que aportan a esta causa. Agradezco por todo el apoyo que nos han brindado, mi hijo logró salir adelante y en este tiempo tuvimos un lugar lejos de casa”, expresó en medio de su alegría Angibe.
Después de la tormenta llega la calma, ahora, sus vidas continuaran su rumbo, Rorilander por su parte en el colegio y Angibe comenzará su proyecto de venta de arepas venezolanas.
Nuestra misión no sería posible sin la solidaridad y el apoyo que recibimos de los benefactores y voluntarios quienes se ponen la mano en el corazón para ayudar a las familias de Dharma.